Mas... ¿Qué podía hacer yo, si la Suerte ya no era mi amante, mi aliada, aquélla sonrisa fiel que me seguía a todas partes?
Andaban tiempos difíciles en mi ver, en la que se asentaba mi filosofía, mi forma de vida. Y yo, contrariada, buscaba aquel dulce caramelo que antaño tuviese en la boca, y del que ahora no encontraba más que lo que fueran vagos recuerdos de su perfume.
Los relojes acuchillaban mis manos, mis uñas, frágiles ante el vacío de la vida, se rompían, y mis ojos, que nacían cada día, que brillaban... se volvieron opacos, rotos, oscuros.
Busqué por promesas de felicidad la mía, en edificios consagrados, en libros, en símbolos, en tradiciones, pero mi oportunidad de resplandecer de nuevo no se presentaba.
Más fácil hubiese sido rendirseante la aplastante vida, pero mi joven corazón quiso echarle un pulso.
Grité : -Eh, vida, ¡Ven! ¡Atácame! ¡No podrás conmigo!-
Pero la vida me contradecía. ¿Quería ganarme de verdad, o sólo quería humillarme, para que yo aprendiera?
Seguí buscando.
Cada día, en cada rincón, en cada persona, y cada vida, en cada libro, en cada canción, en el arte.. Seguí buscando.
Hasta que me dí cuenta de que realmente, la risa de la vida, había estado todo el tiempo en mí.
Era yo.
Mi empeño en buscar, en aprender, en seguir viviendo, era el motro que había creado mi vida en Suerte. Yo era lo que yo quería, era un aventurera, una luchadora, una voz que gritaba en el silencio.
Y no importaba las veces que cayese, porque si el suelo resbalaba, yo me pondría zapatos de barro, y patinaría por él sólo para divertirme, porque no hay mejor risa que la de una tonta caída.
Mi aprendizaje continúa por los senderos de la vida.
Seguirme, entenderme, buscar vuestra propia Suerte y Felicidad.
Yo ya he apostado TODO AL NARANJA, y estoy segura de que ésta vez voy a ganar =)
¡Suerte!
